Iboga

 Iboga

 

 

 

 

DATOS GENERALES

Origen

La iboga, Tabernanthe Iboga, es un arbusto originario de África ecuatorial, donde se ha utilizado durante miles de años en ceremonias de iniciación y ritos de pasaje, principalmente por la religión Bwiti practicada en Gabon, Camerún y la República del Congo. A finales de 1960 comenzaron a ser exploradas sus capacidades para disminuir el síndrome de abstinencia de los opiáceos y opioides (opio, heroína, morfina, metadona). Desde entonces se han llevado a cabo diversos estudios e investigaciones que han demostrado que también es un efectivo agente para ayudar a la interrupción de la adicción a otras sustancias como metanfetamina, cocaína, alcohol y nicotina.

Denominaciones

A la iboga, eboga o eboka, también se le conoce por el nombre de su alcaloide principal, la ibogaína.

 

QUÍMICA

Identificación

 

El arbusto de iboga llega a tener una altura de 1,5 a 2 metros. Tiene flores amarillas, blancas o blancas con rosa y un fruto amarillo bulboso. La raíz amarillenta, que es la parte activa de la planta, contiene los alcaloides psicoactivos. Se raspa la corteza de la raíz y se come directamente, o bien se prepara un polvo; también es bebida en forma de infusión. (15)

 

 

 

Composición

La ibogína, el principal alcaloide de la iboga que se encuentra en la raíces de este arbusto, fue aislado por primera vez en 1901 en Francia. (8) También se encuentra en otra planta africana llamada voacanga. Tiene una estructura indólica. Su fórmula química es C 2 0H 26 N 2 O.

 

Formas de adulteración

Debido a la particularidad de sus efectos, es difícil adulterarla.

 

FARMACOLOGÍA

Mecanismo de acción y formas de empleo

Después de ser ingerida, el hígado convierte a la ibogaína en nor-ibogaína, que se almacena en las células grasas del cuerpo. Esto provoca un verdadero efecto sanador porque sus efectos antidepresivos continúan durante largo tiempo e incluso se experimentan más plenamente entre 72 y 96 horas después de la toma.

La ibogaína alivia los síntomas del síndrome de abstinencia de los opiáceos interfiriendo con los receptores de opiaceos del cerebro humano. No se sabe exactamente cuál es el mecanismo a través del cual lo hace. Sin embargo, puede hacerlo en muy pocas administraciones y cuando el proceso está completo, no es necesario usar más ibogaína. Lo cual no es el caso de los sucedáneos químicos, como la metadona, que ocupan los receptores opiáceos y provocan la misma dependencia, aunque no con los mismos efectos.

La ibogaína usada en otras dependencias químicas parece desintoxicar el cuerpo de la droga y "resetear" el balance químico de los neurotransmisores, ya que equilibra los niveles de dopamina, serotonina, endorfinas, adrenalina, etc. regresándolos al estado pre-adictivo, lo cual toma mucho tiempo cuando simplemente se suspende el consumo de la droga en cuestión, especialmente tratándose de somníferos o antidepresivos. "Parece y se siente como si la memoria de dependencia fuera removida de la mente y del cuerpo". (2) Esto puede tomar un par de días para experimentarse completamente en el caso de los estimulantes y el alcohol.

Las estimaciones sugieren que la ibogaína tiene una tasa de mortalidad de 1 en 300. (2) Por eso siempre debe realizarse antes una evaluación médica, junto con una evaluación psiquiátrica. Las personas que tienen enfermedades del corazón o presión arterial alta, corren el riesgo de sufrir un derrame cerebral o un aneurisma, si hay enfermedades del hígado o del riñón o hipoglucemia no debe usarse ibogaína. Además, las personas que tienen antecedentes de enfermedades psiquiátricas deben evitar el uso de esta sustancia.

Dosificación

Una cucharada de la raíz hecha polvo es la dosis activa más baja de acción estimulante. Una dosis media con efectos visionarios comienza, según el peso de la persona y su sensibilidad, ingiriendo entre 10 y 40 gm. Las dosis altas de efectos extremos van de 50 hasta 100 gm. Más de esto puede considerarse una dosis letal. ()

 

En cuanto a su alcaloide, la ibogaína, las dosis bajas son de 20 a 70 mg, las medias de 75 a 125 mg y las dosis altas que se utilizan en las iniciaciones africanas para "romper y abrir la cabeza" de los iniciados, pueden contener hasta 6 gm de ibogaína, (11) lo cual puede llegar a ser una dosis letal para ciertas personas con problemas cardiacos o tensión alta.

 

Efectos psicológicos y fisiológicos

Los principales efectos de la iboga comienzan aproximadamente entre 40 y 60 minutos después de la ingestión y duran entre 8 y 12 horas, aunque los efectos residuales de bienestar pueden durar hasta 96 horas. "Es un psicodélico de largo efecto, parecido al LSD pero aún más estimulante." (20)

Las dosis medias de iboga estimulan el Sistema Nervioso Central, ocasionando un aumento en el estado de alerta y en la capacidad mental. Las dosis mayores, pueden provocar náusea, vómito, disociación corporal, temblores, cambios en la presión sanguínea y depresión respiratoria. Hasta 10 horas después se pueden observar ciertos efectos visuales con los ojos abiertos, y un estado parecido al sueño lúcido.

Para Schultes y Hoffman, según establecen en Plantas de los Dioses, la iboga es digna de estar en la sección final de su maravilloso libro dedicado a las "Catorce plantas alucinógenas importantes". Dicen que puede actuar como un estimulante poderoso, permitiendo a quien la toma mantener una actividad física extraordinaria por largos periodos sin sentir fatiga. Aunque en dosis mayores, como las que se ingieren durante las iniciaciones de los Bwiti, los efectos son muy diferentes:

El cuerpo puede sentirse muy ligero, y frecuentemente se experimenta la sensación de estar flotando: de levitar. Los objetos se ven rodeados de espectros o arco iris (...) La percepción del tiempo se alarga, y el iniciado siente que su viaje espiritual ha durado muchas horas y hasta días. El cuerpo se ve como si estuviera separado; alguien dijo: "Aquí estoy, y allí está mi cuerpo llevando a cabo sus acciones." Las dosis altas producen sinestesias auditivas, olfativas y gustativas. El estado de ánimo puede variar de un miedo cerval hasta la franca euforia. (...)

Los banzie (ángeles), o sea los iniciados, relatan así sus alucinaciones: "Un pariente muerto vino hacia mí en el sueño y me dijo que comiera; yo estaba enfermo y me aconsejó que comiera iboga para curarme; yo quería conocer a Dios, conocer las cosas de los muertos y de la tierra del más allá; caminé o volé sobre un camino de muchos colores, o sobre muchos ríos, que me llevaron con los antepasados; ellos me condujeron ante los grandes dioses."(15)

 

 

Sheryl Walters, hablando del uso de la ibogaína en el tratamiento experimental contra las adicciones, dice que este psicoactivo es un "inductor de sueños", y explica:

La persona que toma la ibogaína se acuesta y experimenta increíbles visiones que son relevantes para su vida. Al parecer, puede ir directamente a la mente inconsciente, trayendo a la luz increíbles puntos de vista. La experiencia de cada persona es totalmente diferente. Para algunos es como si estuvieran viendo una película de su vida, para otros es como si se estuvieran reorganizando, como poniendo las piezas del rompecabezas que faltaban en su lugar, y para otros, las visiones pueden no tener ningún sentido reconocible en el momento de la toma. (...)

En las semanas que siguen al tratamiento con ibogaína, la gente de repente es capaz de descubrir respuestas a cuestiones que les han causado dolor y sufrimiento durante toda su vida. Un encuentro con ibogaína es a menudo comparado con muchos años de terapia verbal. La persona adquiere un conocimiento profundo de sí misma del que previamente carecía. Los comportamientos compulsivos cambian, las adicciones se van, los dolorosos vacíos desaparecen, y se experimenta un nuevo nivel de libertad. De hecho, la ibogaína no sólo se usa para los adictos a las drogas, sino también para las personas que quieren resolver toda una serie de cuestiones que resulta una carga para ellas. (19)

Potencial de dependencia

No se ha registrado ningún caso de dependencia física o psicológica.

 ¿QUÉ HACER EN CASO DE EMERGENCIA?

Acudir inmediatamente a un hospital ya que en sobredosis produce parálisis de miembros, convulsiones y en casos graves paros cardiacos y posterior muerte. Por eso es mejor utilizarla bajo prescripción médica o ayuda de personas que tengan comprobada experiencia.

 

HECHOS INTERESANTES

Régimen legal actual

Los criterios para clasificar a esta planta son distintos de acuerdo a los diferentes países, en Estados Unidos, Suiza, Suecia, Dinamarca, Polonia, Francia y Bélica está prohibida, pero en países como Canadá y México, no hay una legislación específica al respecto y este vacío legal está permitiendo su utilización médica en clínicas especializadas en desintoxicación de adicciones.

 

Los alcaloides de la iboga y sus propiedades

En su clásico Pharmacoteon, Jonathan Ott enumera extensivamente las diversas plantas en las que ha sido reportada la presencia de ibogaína y otros alcaloides de la iboga, .ya que según afirma: "Aunque la ibogaína es el considerada como el principal principio activo de la T. iboga, mayormente responsable de sus propiedades estimulantes y visionarias, la voacangina, tabernatina e ibogamina también han demostrado propiedades similares a la ibogaína en experimentos con animales." (11)

 

También cuenta que el primer reporte escrito sobre la iboga apareció en 1864, hablando sobre su uso como estimulante y afrodisiaco en Gabón y el Congo belga. Dice que fue hasta 1903 cuando se habló acerca de sus usos como planta visionaria en África ecuatorial. Sin embargo, hasta 1972 hubo un reporte antropológico sobre los Bwit que describía su uso ritual.

 

Dice Ott que la ibogaína nunca se ha distribuido de forma masiva, probablemente, debido a que es escasa. Entre las pocas cosas en las que se ha equivocado el doctor Ott fue cuando dijo que el uso de la ibogaína para el tratamiento de adicciones a los opiáceos era "una proposición dudosa", ya que actualmente hay investigaciones que han disipado esa duda, al constar que interrumpe o acorta significativamente el síndrome de abstinencia de los opiaceos y opioides. De hecho varios centros de desintoxicación la están usando con éxito hoy en día, principalmente en México y en Canadá.

 

Los Chamanes Africanos

En el libro Iboga: The Visionary Root of African Shamanism, Vincent Ravalec documenta la manera en que los chamanes africanos han usado la iboga durante cientos de años para comunicarse con los espíritus de sus ancestros. El autor entrevista a Mallendi, un chamán africano que es un maestro de las iniciaciones bwiti-nganza con esta raíz sagrada y describe extensamente los rituales que él realiza con la finalidad de rastrear el origen de enfermedades fiscas y psicológicas a fin de curarlas. Luego habla acerca de la ibogaína, su principio activo, que se está utilizando como agente para tratar las adicciones, especialmente como antagonista de la heroína. Y por último revela cómo la ibogaína ha sido suprimida por la DEA, la FDA y los ministerios de los cultos cristianos en Estados Unidos. Esto es parte de lo que dice la contraportada:

 

Como muchas plantas visionarias e iniciáticas, la iboga es una llave que proporciona acceso a modos de ser y estados de conciencia. Condicionamientos psicológicos intensos que incluyen los ritos de confesión, contactar y honrar a los ancestros y la construcción de un profundo inventario psíquico son parte del encuentro de los iniciados con esta raíz sagrada.

Para los seguidores de la religión Bwiti, la iboga es un medio indispensable a través del cual los humanos pueden comunicarse verdaderamente con los abismos más profundos de su propia alma y con los espíritus de sus ancestros. Este libro detalla las tradiciones y técnicas del uso de la iboga por parte de los chamanes africanos y el papel esencial que ocupan en sus comunidades, tanto para preservar este conocimiento, como para mostrar cómo la ibogaína puede tener un papel muy importante que jugar en nuestro mundo moderno. (14)

 

 Los Fang de Gabón

Mi amigo madrileño José Luis López Delgado dedica un par de páginas a la iboga en su libro Botánica sagrada, donde comenta que hoy en día en una de las más destacadas drogas investigadas por los neurofarmacólogos debido a sus factibles aplicaciones en el campo de la desintoxicación de "toxicómanos". También habla acerca de otro de los cultos que la utilizan en África:

Los fang de Gabón son uno de los cultos religiosos que emplean iboga para comulgar con nyngwn Mebege, el principio femenino del universo. El culto une el simbolismo tradicional africano y cristiano y sus ceremonias nocturnas se llevan a cabo en templos en los que sus miembros esperan lograr el nlem mvore, un estado de "unión de corazón". El culto está destinado a proporcionar a sus seguidores una experiencia del mundo espiritual con el fin de superar el miedo a la muerte. Busca también reestablecer el contacto con los antepasados. Los miembros del culto se denominan ndzi eboga o "comedores de iboga". (8)

 

Comenta que en esta cultura la iboga está íntimamente asociada con la muerte. Advierte que, conscientes de que el consumo en dosis excesivas puede ser mortal, los líderes del culto no aprueban el uso de grandes cantidades, excepto en el ritual de la iniciación, un proceso de seis fases que debe concluirse antes de la salida del sol.

1) Durante la noche anterior a la iniciación el candidato es valorado y a veces recibe un poco de iboga. 2) Si es aceptado, durante todo el día consume grandes cantidades de la raíz de iboga dentro del templo. 3) Cuando ha alcanzado el grado adecuado de los efectos buscados, se le saca a la selva y recibe una preparación ritual. 4) Después regresa al templo, se suma a la actividad ceremonial y continúa comiendo iboga hasta alcanzar un estado conocido por ellos como "muerte eboga", que representa su entrada a la tierra de los muertos. 5) Ya no le dan más iboga y se le saca del templo para que finalice su viaje en un entorno tranquilo. 6) Al día siguiente, el iniciado narra los detalles de su experiencia y es aceptado por la tribu como "un héroe solar que nace con el alba después de atravesar el inframundo". (8)

 

 

Iniciación de un neoyorkino con los Bwiti de Gabón

Daniel Pinchbeck, un escritor nacido en Nueva York (mejor conocido por ser hijo de una exnovia de Kerouak), es el autor de un libro llamado Breaking Open the Head: A Psychedelic Journey into the Heart of Contemporary Shamanism (algo así comoRompiendo la cabeza para abrirla: un viaje psicodélico en el interior del corazón del chamanismo contemporáneo). En él relata una serie de viajes a diversos países y culturas en los que tiene contacto con plantas de poder.

 

El primer capítulo comienza cuando se le ocurre la idea de viajar por primera vez a Gabón para participar en una ceremonia de iboga con los Bwit, que encuentra anunciada en internet. El viaje lo organiza un botánico que ha vivido varios años allá y conoce a algunos miembros del culto. Daniel supone que el sujeto tiene experiencia en este tipo de eventos, pero resulta que es el primer viaje que organiza y sólo asisten él y una psicoanalista de edad madura, también neoyorkina, que por cierto a Daniel le desagrada porque no es la bella joven estudiante o activista australiana con quien en sus fantasías quería coincidir.

 

El sacerdote o chamán, quiere cobrarles más de lo que habían acordado y después de una ardua y larga negociación a través de un traductor, accede a dejarlos participar en la ceremonia pero se niega a darles unos aceites que se utilizan al final para cerrar la ceremonia y "anclar" la experiencia. Los dos neoyorkinos pasaron mucho miedo porque no entendían nada y escuchaban muchos gritos, pero al fin se toman la iboga.

 

Los Bwit esperan que Daniel tenga visiones y les dé un mensaje trascendente, debido a un sueño que tuvo el chamán acerca de él la noche anterior, pero él los defrauda porque no ve nada. Luego lo dejan solo tendido en la tierra y al fin le llegan algunas imágenes extrañas e inconexas, pero físicamente se la están pasando tan mal en medio de las incomodidades de los africanos, que deciden irse antes de que se acabe la ceremonia, lo cual hace que los Bwit se enfaden mucho, pero al final se van y se encierran en un hotel.

 

Al día siguiente, comen un poco más de iboga que les proporciona otro chamán en otra ceremonia y Daniel tiene un viaje introspectivo en el que se da cuenta de que el alcohol está teniendo demasiado protagonismo en su vida y decide dejarlo... Por supuesto, toda la experiencia es descrita con cinismo y el tipo de humor norteamericano que los caracteriza en sus películas. Al final del capítulo Daniel escribe esto:

 

Cuando regresé a Nueva York durante un tiempo necesité menos horas de sueño. Reflexioné sobre la iniciación Bwiti. El psicodélico me dio extrañas ficciones, visionarios puntos de vista. Durante algunas horas, se me dieron unos lentes poderosos a través de los cuales pude ver mi vida, un frágil ensamble de hábitos, estados de ánimo, eventos y relaciones pasadas, como un objeto magnificado por una lupa. Más memorable que la codicia de mi chamán, el poder emocional de mis introspecciones permaneció conmigo como una lección indeleble. Aún quiero aprender lo que aquellos que te tocan pueden enseñar. (12)

 

 

La ibogaína como agente para dejar adicciones

La ibogaína se está usando con bastante éxito como tratamiento experimental alternativo para la adicción a sustancias. Ha sido reconocida como un medicamento que puede reducir los síntomas de la abstinencia de drogas, principalmente de los opiáceos, debido a su capacidad para actuar sobre las vías en el cerebro que han sido condicionados por la adicción. También se ha encontrado que proporciona un alivio eficaz para las personas adictas a las metanfetaminas, el alcohol, la cocaína y en trastornos obsesivo-compulsivos. Los defensores de la ibogaína sugieren que el fármaco tiene una tasa de éxito del 80 por ciento en los adictos a opiáceos y algo menos en otros tipos de sustancias. (2)

Se especula que la ibogaína puede tener beneficios para el tratamiento de la adicción por la forma en que actúa sobre los sistemas de receptores neuronales. Se ha encontrado que restablece las vías de la recaptación de dopamina en el cerebro lo cual a su vez puede ayudar a detener las respuestas condicionadas a una sustancia psicoactiva. Se ha demostrado que grandes dosis de ibogaína eliminan temporalmente el deseo de consumirlas. También se cree que esto da la oportunidad de cambiar los patrones habituales de pensamiento debido a que restaura los niveles normales de la neuroquímica interna del cerebro.

Las estimaciones sugieren que la ibogaína tiene una tasa de mortalidad de 1 en 300. (2) Por eso siempre debe realizarse antes una evaluación médica, junto con una evaluación psiquiátrica. Las personas que tienen enfermedades del corazón o presión arterial alta, corren el riesgo de sufrir un derrame cerebral o un aneurisma, si hay enfermedades del hígado o del riñón o hipoglucemia no debe usarse ibogaína. Además, las personas que tienen antecedentes de enfermedades psiquiátricas deben evitar el uso de esta sustancia. Debido a que la ibogaína es un tratamiento experimental, lo más seguro es utilizarla bajo la supervisión de terapeutas competentes y experimentados, que la administren con extremo cuidado y precaución bajo supervisión médica. Hay muy pocos centros autorizados de tratamiento ibogaína en el mundo que están funcionando, se encuentran en México, Australia y Europa.

La mayoría de estos centros ofrecen programas completos de por lo menos una semana, en los que se lleva a cabo algún tipo de preparativo previo, como un enema o limpieza de colon; después se realiza la toma bajo supervisión constante y luego se ofrece algún tipo de estancia con asesoría posterior. Ya que, como varios autores señalan, tras los efectos más agudos de la ibogaína hay un período de introspección durante el cual se debe procesar la información que fue recibida durante el viaje. Y esto muchas veces es lo más crítico y lo más importante:

Una gran gama de emociones puede ser experimentado durante estas primeras 24 a 36 horas (...) Ocasionalmente, las personas pueden quedar totalmente sobrecogidas emocionalmente por lo que se les ha revelado, y algunos pueden llegar a estar muy deprimidas. La ibogaína mueve la energía en el cuerpo, así que emocionalmente muchas cosas salen a la luz y pueden requerir atención. Es como si una válvula de escape se abre. Si bien esto puede ser incómodo para algunos, es importante recordar que, en gran medida, el éxito de su tratamiento depende de permitir que este proceso siga su curso y se lleve a cabo por completo. (21)

 

La ibogaína funciona pero no es lucrativa

La mayoría de los adictos que recurren a la ibogaína ya han tratado de librarse de su hábito de varias formas y llegar a ella como último recurso. Muchos de ellos ya han estado en una amplia gama programas de tratamiento y clínicas de rehabilitación. Y "para una gran cantidad de adictos graves, la Iboga es la única cosa que funciona". (19)

Frente a esto, terapeuta Sheryl Walters, como muchas otras personas, se cuestiona: "¿por qué esto no es noticia de primera plana de todos los periódicos del mundo?" Dice que si los líderes políticos fueran realmente serios acerca de su "guerra contra las drogas", entonces "¿por qué la ibogaína no está a disposición de aquellas personas que están pidiendo a gritos una respuesta a su adicción terriblemente dolorosa?" Su respuesta, lamentablemente es la misma historia de siempre, no es lo suficientemente lucrativa:

A pesar de unos resultados increíbles durante los ensayos clínicos, eso no ha sido suficiente para conseguir la financiación necesaria para que la ibogaína sea aprobada por la Food and Drug Administration (FDA). Y las compañías farmacéuticas no quieren ver la ibogaína en el mercado porque no es rentable. La ibogaína es tan increíblemente poderosa que sólo necesita utilizarse una vez para salir de las drogas. Esto está en fuerte contraste con los medicamentos como la metadona, que deben tomarse de forma indefinida. Además, las compañías farmacéuticas por lo general prefieren trabajar con enfermedades que no estén tan fuertemente estigmatizada como lo es la dependencia de drogas. (19)

 

Alucinaciones autobiográficas 

Uno de los efectos más significativos del uso de la ibogaína es el saneamiento psicológico que la droga puede proporcionar en un contexto adecuado para poder procesar lo que sale del inconsciente a la luz de la consciencia.

Las visiones o "alucinaciones" que la mayoría de las personas experimentan cuando están bajo la influencia de altas dosis de ibogaína suelen incluir repeticiones de eventos de sus vidas, de traumas, de acontecimientos que los han llevado a un comportamiento dañino, de las personas con las que están asociadas, y también de las razones y causas de su adicción o patrón autodestructivo. En la página web de uno de los centros que la utilizan para tratar problemas de alcoholismo se explica lo siguiente:

La ibogaína tiene beneficios para la resolución del trauma, la agresión, el miedo y el dolor. Las personas experimentan percepciones agudas y críticas sobre sus problemas en un estado de no confrontación y de ensueño.

Se cree que la droga causa un estado de sueño despierto, donde el consciente y el inconsciente se fusionan y se pueden rastrear las situaciones remontas o hechos del pasado que están ocasionando los problemas que se enfrentan en el presente.

Muchas personas informan que encuentran respuestas a preguntas sobre sí mismas y sus vidas y que tienen una comprensión más profunda de su lugar en el mundo y su razón de ser. Una nueva forma de vida y un nuevo sentido de sí mismo es a menudo un punto de partida importante para mucha gente que está tratando de romper su adicción. (2)

El uso de la ibogaína puede ser agotador física y emocionalmente, ya que las personas pueden verse obligadas a enfrentar eventos traumáticos y perturbadores o recuerdos que están bloqueados, por eso el tratamiento con ibogaína también suele incluir sesiones de psicoterapia o reintegración de la experiencia en el período posterior a su utilización para ayudar a la persona a comprender y abordar los problemas que la ibogaína ha traído a la superficie. "La naturaleza de esta introspección es importante para personas con adicción a sustancias, ya que a menudo sus problemas emocionales no resueltos son los que están ocasionando que tengan problemas con las drogas". (2)

 

La experiencia de la iboga desde una perspectiva budista


Muchos psiconautas, meditadores y buscadores espirituales de diversas escuelas también han acudido a la iboga en busca de introspecciones, recapitulaciones o para dar un salto en temas o técnicas en las que se sienten estancados.

 

En un blog (psychedelicadventure.blogspot.com) encontré un texto muy interesante sobre la iboga, escrito por alguien que firma como Oness (Unicidad) y dice que tuvo dos experiencias muy profundas cuyos efectos posteriores le duraron un año en el que se sintió muy centrado y en armonía.

 

Tuvo la percepción de que la iboga bajaba el ritmo de su metabolismo y callaba el cuerpo, lo cual le permitía ser consciente de lo que estaba sucediendo a su alrededor, gracias a ello su mente intelectual se aquietó y los mecanismos que normalmente nublaban su mente llenándola de pensamientos al azar bajaron su ritmo, o hicieron una pausa. Y entonces, según él:

¡Realmente se puede empezar a ver! De alguna manera la iboga se las arregla para cambiar la vibración, reducir la velocidad hasta el punto en que podemos ser super-conscientes en el plano físico (exoreal) de los acontecimientos que ocurren en otras vibraciones o dimensiones (endorealidades). (10)

Dice que su sistema de creencias es más cercano al de los budistas tibetanos por su forma de percibir las cosas y por lo tanto advierte que no puede relatar su experiencia sin hacer referencia a los modelos conceptuales budistas:

Estas experiencias fueron la comprensión del vacío esencial que es nuestra realidad fundamental, la naturaleza de la mente parecida al cielo con sus nubes. (...) En esencia estos estados, me permitieron percibir que el tejido de nuestra realidad es nuestra imaginación, y por lo tanto con esa comprensión, cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa es posible en el universo (sin embargo, es importante que nos demos cuenta de que todo es un producto de nuestra imaginación). Esta es la naturaleza fundamental de la realidad externa (exoreality) y de la realidad interna (endoreality).(10)

 

Tres viajes con iboga

De entre los varios reportes de viajes con iboga o ibogaína que encontré en internet, hay tres de ellos que me gustaría comentar. El primero está firmado por Tom Cahill, quien se enteró de la existencia de la iboga gracias a un amigo suyo, Phil B. Él vivía en Nueva York, fumaba tres cajetillas diarias de tabaco y vendía marihuana. Un día probó la iboga y le contó a Tom que no fue un viaje placentero para él, sino un viaje de autodescubrimiento tras el cual dejó de fumar tabaco inmediatamente, una semana después dejó de vender marihuana y se mudó a New Hampshire. Después regresó a Nueva York y empezó a dar clases en una escuela alternativa.

Tras ver el cambio tan radical de su amigo, Tom también quiso probar la iboga y le pidió a una vieja amiga suya Anna M. que lo acompañara en la experiencia. En su relato cuenta que tenía 69 años y durante su viaje tuvo la oportunidad de comprender, perdonar y trascender por completo un episodio de su vida en el que fue golpeado, torturado y sufrió además una violación múltiple en la cárcel, al ser detenido por "desobediencia civil" durante las revueltas jipis de la década de los sesenta. Estas son sus palabras:

Durante los efectos de la ibogaína, Red "me visitó". Él fue el cabecilla de los que me atacaron en 1968. Se veía tan patético. Sentí lástima por él. Mucho después, he pensado que esa visión probablemente era precisa. Tenía muy bajo nivel de educación, un CI (Coeficiente Intelectual) bajo y antecedentes criminales de violencia. ¿Qué clase de vida podría haber llevado durante las últimas tres décadas? pensé. La visión del ataque fue tan rápida y exenta de emociones que pareció haberle pasado a otra persona. (...)

Después de esa visión Tom tuvo un episodio de risa incontrolada que le duró mucho tiempo y terminó haciendo el amor con su amiga por primera vez en los casi 20 años que tenían de conocerse:

Yo había estado célibe más de 20 años y ella casi 10. Inmediatamente después tuvimos nuestra primera discusión. Ella insistía en que ella me sedujo a mí y yo insistía en que yo la seduje a ella. Y nos empezamos a reír y carcajear otra vez. Nos volvimos a calmar y nuevamente hicimos el amor. Después de eso coincidimos en que probablemente habíamos estado enamorados el uno del otro desde hace algún tiempo y la ibogaína pudo haber aliviado nuestros miedos a tener una relación ya que cada uno veníamos de matrimonios rotos. (...) Anna también experimentó una de las peores (si no La peor) experiencia de su vida. Y como yo, tampoco se sintió demasiado trastornada. Hablamos al respecto y sentimos conmiseración el uno por el otro. Coincidimos en que quizá ya estábamos suficientemente sanados y estábamos listos para una relación más madura y duradera. Y yo nos sorprendí a ambos usando la palabra con "m" (matrimonio). De esta manera, sin esfuerzo, quizá incluso de una forma sincrónica, quedamos "comprometidos". Y al momento que escribo esto, seis meses después, aún estamos planeando nuestra boda para la primavera.

(My Iboga Experience - A Journey of Self-Discovery: www.ibogaine.desk.nl/tom.html)

Otra historia que merece la pena compartir es la de Xavier, un usuario de un grupo de correos que estaba enmedio de una "terapia primal" y había probado dos veces antes la ibogaína, lo cual le había permitido deshacerse de "varios problemas dolorosos" y curarse de una molestia crónica que sentía "como una presión permanente en el cráneo". Comenta que como parte de sus viajes revivió algunas pesadillas de su infancia:

Gracias a la ibogaína y lo que hace reaparecer, recordé la fenomenal cantidad y el destructivo carácter de las pesadillas que tuve durante mi niñez, eso me ha hecho comprender mejor por qué y cómo este bombardeo nocturno casi permanente (que también me ocurría durante el día cuando tenía fiebre debido a alguna de mis numerosas enfermedades) pudo haberme empujado tan cerca de la locura y de la violencia. Me doy cuenta de hasta qué punto tuvieron una influencia esencial en la formación -o mejor dicho en la deformación- de mi carácter, en la fragilización del "ser en construcción" que era y cómo acentuaron mi vulnerabilidad a los traumas que enfrenté en mi vida diurna "real".

Es como si el proceso curativo de la ibogaína trabajara mucho a ese nivel, porque durante cada viaje, hizo reaparecer diferentes tipos de pesadillas y parece que me curó de ellas. Por "curarme" quiero decir que en cada ocasión resulté el vencedor después de terroríficos esfuerzos y luchas en esta clase de episodios sistemáticamente destructivos que eran mis pesadillas y sentí que me libraba de ellas, mientras que cuando era niño nunca fui más que una víctima, incapaz de defenderme a mí mismo o de hacerles frente.

A pesar de todos estos avances, antes de relatar su tercera experiencia con la iboga, Xavier comienza diciendo: "Resumiría el estado en que me encontraba en términos de desespero, absoluta tristeza, total ausencia de deseos o alegría y numerosas, violentas y atractivas tentaciones de suicidarme". Lo cual atribuía a que había sacado de su inconsciente muchas emociones reprimidas. En la terapia primala que estaba siguiendo le aconsejaron que en lugar de tratar de encubrirlas o luchar contra ellas, tenía que atravesarlas, como si fueran un agujero negro del cual eventualmente saldría si continuaba con el proceso de aceptarlas y sentirlas. Y, según comenta, este tercer viaje le sirvió para reordenar lo que le faltaba y concluir su terapia:

Este episodio fue absolutamente extraordinario y puso en escena, como usualmente hace la iboga, un simbolismo muy visual: en mi capo de visión apareció algo que se parecía al Windows 98. A la izquierda aparecía el contenido del disco duro accesible en toda su estructura. Lo que representaba el disco duro de una forma virtual, en realidad era yo -quiero decir mi historia, mis recuerdos, todos los episodios de mi conciencia y mi inconsciente, mis reflexiones, sentimientos o emociones, dolores, alegrías, todos mis traumas. Absolutamente todo lo que me pasó desde que comencé mi vida hasta ese día estaba disponible en el Explorer. En el lado derecho de la pantalla había una parte que permitía visualizar en detalle el contenido de cada archivo o elemento que escogiera, y abajo a la derecha había algo como un hoyo en la pantalla que representaba la papelera (o basurero de reciclaje).

Podía navegar en la estructura de mí mismo, hacer click en cada elemento y obtener detalles de ello. Mediante mi voluntad era capaz de visualizar, analizar el material, sentir fuertemente cualquier cosa que hubiera escogido observar para entender sus ramificaciones y sus implicaciones en la génesis de mi carácter y mi psicología actual. No sólo tenía acceso a la lectura de la totalidad de estos datos, también tenía el poder de hacer con ellos lo que yo quisiera, lo que decidiera hacer después de haberlos observado, sentido, analizado y diseccionado. Podía dejarlos intactos o modificarlos a voluntad, eliminarlos arrastrándolos al agujero, ordenarlos de manera diferente y cambiar la estructura del disco duro (...) incluidos los archivos más esenciales y escondidos del sistema. Y podía hacer absolutamente lo que quisiera con todo, y eso fue precisamente lo que hice durante este interminable episodio en el cual reorganicé y actualicé completamente todo mi disco duro neuronal. Era una sensación fantástica, ser en esos momentos el creador, el escultor de mí mismo, mi propio padre, en cierto sentido.

(...) Este viaje fue enormemente positivo desde todos puntos de vista, me sentí profunda y completamente cambiado. Ya no tengo ningún problema, ningún sufrimiento, no más pesar o dolor, ni pensamientos negativos. De hecho tengo la sensación de que he concluido mi terapia, que he completado la totalidad del trabajo que tenía que hacer.

Tengo la sensación de que el yo que estaba enfermo y sufría está muerto y enterrado y otro yo ha nacido, alguien sano y sensato, alguien feliz a quien le gusta la vida. No siento ningún deseo de fumar o de tomar ninguna otra droga. Me levanto por las mañanas de muy buen humor, sintiéndome lleno de amor, desbordado. Tengo en mente muchos proyectos personales y de trabajo que ya he comenzado a echar a andar. He cambiado mi régimen alimenticio, he vuelto a hacer deporte. No tengo más dolores de cabeza, ni de estómago, ni crisis de herpes. He recobrado mi capacidad intelectual, mi facultad de concentrarme, mi memoria funciona mejor. (...) Todo en mi forma de ser, de sentir, ha cambiado absolutamente. Por ejemplo, antes me consideraba (tengo 42 años) un hombre viejo cuya mayor parte de su vida había quedado atrás, sin esperanza, sin futuro. Quería que mi vida terminara, de una manera u otra. Hoy tengo la sensación de ser un adolescente caminando sus primeros pasos en la vida adulta, un hombre joven en construcción, suficientemente consiente y responsable de mí mismo y de mi vida, aunque aún no completamente formado, un ser en crecimiento. Y tengo la sensación de que la vida me sonríe y me abraza. Veo el sol y la suavidad alrededor y dentro de mí. El clima es realmente agradable en Bordeaux, Francia hoy en día. Gracias Madre Iboga...

(Xavier's third iboga experiencewww.ibogaine.co.uk/exp14.htm)

El último viaje que quiero compartir es la extraordinaria experiencia del administrador de un sitio llamado Plant teacher (Planta maestra), quien tuvo una experiencia súper fuerte, de carácter transpersonal. Comenzó viendo halos de luz alrededor de las cosas que había en su departamento, lo cual le hizo sentirse mareado; así es que cerró los ojos y se quedó quieto. Entonces, en su campo interno de visión empezaron a aparecer escenas sexuales de todo tipo y luego escatológicas. Él no se inmutó, por el contrario, asumió que estaba explorando el contenido de su mente inconsciente y entusiastamente se lanzó de lleno a la experiencia. Con asombro estuvo observando después el cosmos y las galaxias, hasta que le llamó la atención una esfera azul-verde y descubrió que era la Tierra. Le pareció absurdamente fascinante que en todo este viaje cósmico se sintiera atraído precisamente por la Madre Tierra. Tras lo cual sintió que había penetrado a lo que llamó "el plano causal", donde:

Incontables recuerdos de diferentes vidas inundaron mi consciencia, y me quedé a la deriva en un estado de reminiscencias tipo sueños. Me reconocí en la cara de un miembro primitivo de una tribu australiana, en un solitario beduino árabe, un corredor de bolsa de Nueva York, un sacerdote ruso... Reconocí mi alma en los ojos de un león africano, de un búfalo americano... Sentí el latido de mi corazón en pájaros y en plantas... La sensación, sin embargo, no era de verme a mí en vidas anteriores; más bien se sentía como si yo realmente estuviera siendo ellos. Un insondable sentido de visión se apoderó de mí ser entero cuando entendí que no soy una entidad separada, a pesar de ser UNO, ya que UNO es TODO, y por lo tanto yo también soy TODOS.

En otras visiones dice que creyó entender cómo el universo opera en espiral y se maravilló con la relación entre el macrocosmos y el microcosmos. Después nuevamente aparecieron muchas imágenes tridimensionales en su campo de visión que luchaban por su atención, hasta convertirse en una sala de pantallas de televisión, cada una de las cuales mostraba lo que estaba ocurriendo en varias habitaciones de un edificio de departamentos:

En una de las habitaciones, vi un hombre y una mujer enfrentándose. Estaban agitando violentamente sus manos con una violencia tangible. Podía sentir el fiero odio en sus enojadas voces profundamente en mi interior. Entonces había otra escena en un comedor con una familia de cuatro. La madre estaba diciendo una plegaria antes de comer. Debido a la manera en que el padre y los hijos estaban sentados de forma obediente, insípidamente esperando a que ella terminara, era obvio que todos estaban actuando para ella. Podía sentir su desapegado aburrimiento, tanto como podría sentir en ella su desesperada necesidad de aferrarse a toda costa a sus ilusiones. Me aburrí viendo situaciones similares, empatizando profundamente con los sentimientos de las personas, con sus heridas, su rabia, sus expectativas y sus decepciones, y al mismo tiempo estaba dolorosamente consciente de su inutilidad. Me preguntaba constantemente ¿Por qué? ¿Por qué hacemos todas estas cosas? ¿Qué sentido tiene esto...??? En lugar de confrontar nuestros demonios y liberarnos de ellos, forzamos a otros a participar en nuestro propio infierno.

Desde donde yo estaba parado, no parecía haber ninguna justificación para tales comportamientos. La realidad es lo que hacemos que sea, y lo único que importa -nuestra felicidad- depende de si escogemos aferrarnos a nuestras expectativas o las dejamos ir. Por primera vez en mi vida vi el conflicto como lo que realmente es, una absoluta pérdida de energía, con la cual somos indulgentes idiotas como yo. Sí, fue en ese momento cuando comprendí que todo se trataba de mí, de mi propia inhabilidad para mantener la calma.

Pero esta comprensión no detuvo los flashes, las imágenes continuaron deslizándose, cazándome con su severa dureza de resentimiento, rabia, dolor y todas las otras emociones inútiles a las que personas como yo tendemos a apegarnos. Bizarramente, así como podía sentir la intensidad de su conflicto, al mismo tiempo, podía ver su irrelevancia, y por lo tanto su absurdidad. Mi recién hallado punto de vista también era el único punto de vista posible, el único y verdadero punto de vista. Estaba observando las cosas desde una perspectiva mucho más grande de la que solía tener. Me había fusionado con el Anima Mundi, la unidad indiferenciada del continuo espacio-tiempo, la Mónada, la conciencia cósmica, o Dios. Incluso la muerte no significaba más que una gota en el océano. La marea que sube y baja. Microcosmos-macrocosmos. Círculo completo. Sin fin. Desde este punto de vista, yo podía verlo TODO, y por lo tanto me daba cuenta de que las cosas que me molestan son, irónicamente, las cosas más irrelevantes en este "todo".

En este punto comenta cosas de su vida, como las actividades que hace para "ahorrar tiempo", los malos hábitos a los que se apega, y el sufrimiento que le provoca aferrarse a estos hábitos. Tuvo la conciencia de que lo único que existe es el presente y luego se dio cuenta de que en el fondo, todo su problema con el mundo tiene que ver con el hecho de concederse demasiada importancia. Por ejemplo, si un amigo llegaba una hora tarde, se enojaba con él por haber arruinado sus planes. Y si no hubiera llegado, estaría furioso pensando que le había arruinado el día completo. Al verse como un minúsculo grano de arena sintió vergüenza por estas cosas y se puso a llorar, pensando que la iboga era "una maestra sin misericordia" que le había golpeado donde más le dolía para hacerle ver lo que más necesitaba ver. Por eso advierte que "La experiencia con iboga es demasiado inmensa como para dejarte ir fácilmente, con sólo una resaca. Requiere tiempo para que todo lo que has alcanzado a ver se asiente en ti.":

Una de las primeras cosas que notó tras la experiencia es que dejó de hablar durante mucho tiempo después porque no encontraba razones para hablar, la iboga le hizo ver que las palabras no podían expresar demasiado, así es que no veía la necesidad de usarlas sin sentirse raro o demasiado consciente de sí mismo; lo cual le duró hasta que logró asimilar esto en su nuevo sistema de valores.

Todo lo que experimenté permanecía como un eco, haciéndome sentir viejo, fatigado y totalmente a rebosar. Cuando sentía sed, bebía unos tragos: cuando sentía hambre, comía unos bocados. Nunca fui un gran fumador, pero la Iboga se las arregló para despojarme de cualquier deseo de fumar tabaco. Seguí fumando marihuana, pero un porro me duraba varios días. Lo prendía, daban una o dos caladas y ya no podía tolerar más. Incluso mi viejo y familiar hábito de comer chocolates fue erradicado. Era como si por primera vez en mi vida MI CUERPO estuviera dictando qué y cuánto dejaba pasar al interior. Y sólo tomaba lo suficiente. Todo lo que constituía un exceso quedaba fuera, un sólo pensamiento de sobre indulgencia me hacía sentir náuseas. Esta sensación persistió durante los meses siguientes y no se "desapareció", sino que se quedó conmigo hasta que aprendí a integrarla en mi conciencia y a expresarla en mi vida diaria.

(Evidentemente, debe ser por esto que la Iboga es tan apreciada en el ámbito del tratamiento de la adicción. Al igual que la Terapia Primal del Dr. Janov, que obliga al individuo a cavar profundamente en su propia psique y hacer frente a todos los demonios que se pueden encontrar allí, la iboga obliga a reconocer la decadencia dentro de uno mismo, a tomar conciencia de ella. Y una vez que sucede, en mi humilde opinión, no hay vuelta atrás hacia las viejas formas.)

(...) Todos mis amigos estaban sorprendidos ante mi obvia transformación. Muchos de ellos no sabían que había tomado iboga, sin embargo, todos me decían casi lo mismo: "¿Qué hiciste? Pareces el mismo, pero eres una persona diferente. ¡Es como su tu frecuencia energética hubiera cambiado!" Y yo me sorprendía al ver que ellos describían tan acertadamente lo que yo estaba sintiendo.

(Iboga experience: www.plantteacher.com/iboga-experience).

 

El espíritu de la iboga

Como se puede apreciar a lo largo de todas las páginas de este sitio web de Las drogas tal cual... durante miles de años muchos grupos humanos hemos evolucionado con ayuda de las plantas visionarias, utilizándolas para la curación de la mente, el cuerpo y el alma. Algunas de estas plantas, que ahora llamamos enteógeos, plantas sagradas, o plantas maestras, han sido antropormorfizadas o se ha dicho que tienen espíritus que son sanadores, profesores y guías. Esto es muy común, sobre todo entre quienes se dedican a administrar estas plantas. Muchos de ellos en algún momento de su vida aseguran haber sido "llamados" por el espíritu de cierta planta (pocas veces más de una de ellas) para convertirse en portadores y dadores de la misma, adoptando el nombre de la planta para describir sus servicios, por ejemplo, ayahuasqueros, sanpedreros y en este caso, ibogueros.

De entre estos últimos, un grupo que trabaja en la desintoxicación de adicciones asegura: 

Nosotros, personalmente, hemos sido testigos de cómo la Iboga exhibe una increíble inteligencia en sus acciones. Parece saber lo que cada persona es capaz de manejar en un momento dado. Algunas personas son tratadas con gentileza, mientras que otras son empujadas más allá del borde de la comodidad y se les pide que se enfrenten a problemas difíciles en el centro de su ser.

Se nos pide que nos vemos a nosotros mismos en nuestra totalidad, dejando atrás las nociones del bien y del mal. Se nos da el poder para vernos tal como somos en realidad y ver las verdaderas consecuencias de nuestras acciones. Ya no tenemos que reaccionar a las situaciones sobre la base de respuestas habituales programadas por experiencias pasadas. Se nos da la libertad de existir en el momento presente en relación con todo nuestro verdadero ser y toda la creación. (21)

Como dijeron Shultes y Hofman: "En todos los sentidos, la iboga es una planta de los dioses. Parece que está aquí para quedarse... Hay todavía mucho que aprender acerca de ella". (15)

 

FUENTES DE CONSULTA ACERCA DE LA IBOGA

1.   Bakalar, James B. and Lester Grinspoon. Psychedelic Drugs Reconsidered. 1979. Web. 6 December 2009(Internet http://www.lycaeum.org/leda/docs/150.shtml?ID=150)

2.   DARA: Ibogaine for Addiction Therapy (internet http://alcoholrehab.com/alcohol-rehab/ibogaine-for-addiction-therapy/

3.   De Loenen Ben: The Iboga Experience from a Buddhist Perspective, (Internethttp://psychedelicadventure.blogspot.com/2009/08/ibogaine-rite-of-passage-documentary.html)

4.   Escohotado, Antonio: Historia General de las Drogas, (tres tomos), Alianza, España, 1995.

5.   Iboga experience (internet http://www.plantteacher.com/iboga-experience)

6.   Ibogaine.org

7.   ibogavisions.com

8.   López Delgado, José Luis: Botánica sagrada, Ediciones natem.net, Madrid, 2009.

9.   MAPS - Ibogaine (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies)

10.               Oneness: The Iboga Experience from a Buddhist Perspective... (Internethttp://psychedelicadventure.blogspot.com/2009/08/ibogaine-rite-of-passage-documentary.html)

11.               Ott, Jonathan: Pharmacoteon, Natural Products Co., USA, 1996. (Traducido por La Liebre de Marzo).

12.               Pinchbeck, Daniel: Breaking Open the Head: A Psychedelic Journey into the Heart of Contemporary Shamanism, Broadway books, New York, 2003.

13.               Ratsch, Christian: The Encyclopedia of Psychoactive Plants: Ethnopharmacology and its Applications. Rochester: Park Street Press, 1998.

14.               Ravalec, Vincent: Iboga: The Visionary Root of African Shamanism, Mallendi and Agnès Paicheler, 2007.

15.               Schultes, Richard E. y Hofmann, Albert: Plantas de los dioses. Orígenes del uso de los alucinógenos, FCE, México, 1993.

16.               Sandberg, Nick. “An Introduction to Ibogaine.” Web. 6 Dec. 2009 (Internet http://www.ibogaine.co.uk)

17.               The Lyceaum, Drug Achives, (Internet http://www.lycaeum.org/drugs/dmt)

18.               Voogelbreinder, Snu,  Garden of Eden: The Shamanic Use of Psychoactive Flora and Fauna, and the Study of Consciousness. Snu Voogelbreinder, 2009.

19.               Walters Sheryl: Ibogaine: Nature's cure for drug addiction, (internethttp://www.naturalnews.com/024724_drug_WHO_addiction.html)

20.               Weil, Andrew & Winifred Rosen: Del café a la morfina, Integral, Barcelona, 1993.

21.               What is Ibogaine? (internet http://www.awakeninginthedream.com/ibogaine.html)

 


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