Éter y cloroformo |
|
Origen Los antiguos alquimistas como el monje Basilio Valentín, autor de Las doce llaves de la filosofía, obtenían éter por la destilación de alcohol y ácido sulfúrico desde el siglo XIV. Doscientos años después Valerio Cordus lo había identificado ya en un tratado alquímico como "aceite de vitriolo dulcificado". El secreto de su preparación salió a relucir hasta 1734 y más de cien años después, en 1848, gracias a diversas investigaciones, se generaliza su empleo. Por su parte, el cloroformo que había descubierto mucho antes Souberain, "destilando el espíritu de vino con cloruro de cal", comenzó a utilizarse también como anestésico hacia 1847. Identificación El éter y el cloroformo son líquidos volátiles. Composición La fórmula del ETER es C4H5O y la del cloroformo, CHCI3. Formas de adulteración Debido a que no existe un mercado negro de estos productos, adquirirlos en establecimientos farmacéuticos garantiza que no hay posibles formas de adulteración. Mecanismo de acción y formas de empleo Sus vías de administración son pulmonares o bucales. Para conseguir efectos lúdicos, generalmente se moja una tela con cualquiera de estos líquidos y se aspira. Al llegar al cerebro disminuye la actividad normal de las neuronas. Dependiendo de su concentración pueden ocasionar: analgesia, excitación, anestesia quirúrgica o depresión total del sistema respiratorio. Usos terapéuticos Debido al potencial altamente inflamable del éter y a la toxicidad del cloroformo, los usos anestésicos de ambos líquidos están restringidos en la actualidad. Los narcotraficantes emplean éter para extraer cocaína de la pasta base hecha con hojas de coca. Dosificación Las dosis mínimas de cloroformo se obtienen con una o dos inhalaciones profundas o con la ingestión de 4 a 8 gotas disueltas en algún líquido. El éter requiere el triple o cuádruple de dosis para ofrecer las primeras variaciones sensoriales. No hay datos concluyentes respecto a la dosis letal de ambos psicoactivos, por lo que se recomienda extremada prudencia a quien decida emplearlos. Efectos psicológicos y fisiológicos Cuando son administrados oralmente, la duración de los efectos subjetivos de ambos fármacos alcanza entre dos y tres horas. Dosis bajas de éter producen una desinhibición controlable así como una sensación de que se aguzan los sentidos y el intelecto. Dosis medias y altas suscitan alucinaciones visuales y sobre todo auditivas, así como una marcada desinhibición que puede manifestarse en el terreno sexual. Desde fines del siglo XIX se registran casos de "delirio ninfomaníaco" en talleres con atmósferas impregnadas por vapores de éter. En cuanto a sus efectos fisiológicos, el gusto a éter y cloroformo permanece durante días en la boca y la garganta. Su empleo crónico ocasiona dolores estomacales y vómitos, insomnio, irritabilidad, debilidad física y pérdida del impulso sexual. Potencial de dependencia Ambos psicofármacos generan dependencia física y psíquica considerable con un mes y medio de uso frecuente; producen tolerancia y sus respectivos síndromes de abstinencia pueden ocasionar desde postraciones nerviosas, hasta violentos delirium tremens con desenlaces fatales. ¿QUÉ HACER EN CASO DE EMERGENCIA? En casos de adicción, interrumpir el consumo de éter o cloroformo puede considerarse como un caso de emergencia. Lo mismo sucede con la intoxicación aguda ya que provoca un marasmo generalizado, falta de oxigenación cerebral y depresión en diversos órganos; por lo que cualquiera de estas circunstancias requiere asistencia médica. El éter y el cloroformo están sujetos a control internacional. Pertenecen a la Lista II, por lo que su venta requiere receta médica. Durante la segunda mitad del siglo XIX, gracias a la propagación de los escritos de William James sobre el óxido nitroso y a las apologías de Maupassant sobre el éter, la moda de inhalar anestésicos se impone entre los círculos cultos. Jean-Louis Brau relata en su Historia de las drogas:
El éter, el cloroformo y el óxido nitroso fueron sustancias muy usadas durante el siglo pasado y buena parte del actual, tanto a nivel privado como en fiestas multitudinarias. Si hoy se hallan fuera de circulación no es porque carezcan de efectos eufóricos o sean difíciles de obtener, probablemente les falta el aura de fascinación adherida a cualquier prohibición. FUENTES DE CONSULTA ACERCA DE LAS DROGAS DE ANESTESISTAS 1. A Nitrous Experience. Internet: Alt.drugs (banshee@resort.com) 9/19/96. |