Psicoticos

PARA QUIENES COMPARTEN LA ETIQUETA “PSICÓTICO”

La Visión del Diente de León

Los suelos desnudos no permanecen desnudos. Plantas tenaces llamadas especies pioneras encuentran formas de propagar y extender sus raíces profundamente hacia la tierra, generando casas para todo tipo de creaturas, y enriqueciendo la tierra con sus ciclos de vida y muerte. Nos han enseñado a ver muchas de las especies pioneras más comunes como “maleza;” plantas como el diente de león, cuya fuerte raíz primaria se extiende lejos bajo la agotada capa superior del suelo para alcanzar los minerales escondidos en las profundas capas subterráneas del subsuelo. El diente de león jala esos minerales hacia arriba y los incorpora a sus hojas y flores. Cuando muere y se descompone, todos los nutrientes que se encontraban encerrados bajo la tierra son liberados, uniéndose a las capas superiores del suelo permitiendo la disponibilidad de nutrientes para las próximas generaciones de plantas.

Así me imagino a algunos de nosotros, como silvestres e impredecibles dientes de león: nutriendo los agotados suelos de la dominada sociedad corporativa, extendiéndose hacia la fértil oscuridad subterránea de la locura, y abriendo camino con nueva inspiración y movimientos para el cambio.

Puedes verlo desde la autopista: enormes monocultivos de  idénticas plantas de maíz que se extienden durante kilómetros colindando con un mar infinito de plazas comerciales, estacionamientos, y conjuntos de casas iguales las unas a las otras. Puedes verlo en las alacenas de nuestras cocinas, y en nuestros salones de clase: la misma lata de refresco en la mesa, en Cairo o en el D.F., las mismas definiciones de “progreso” y “libertad” en los libros de texto de alrededor del mundo. Mono-cultura – la práctica de replicar una sola planta, producto o idea sobre una enorme área – Es más o menos la más inestable, insustentable, e inimaginativa forma de organización que existe, pero a corto plazo mantiene el sistema corriendo fluidamente y mantiene el poder en manos de un pequeño número de personas.

En la lógica de nuestro mundo moderno, sea en el campo del campesino, o en el salón de bachillerato, la diversidad es ineficiente y difícil de manejar. A personas poderosas hace algún tiempo se les ocurrió que era mucho más fácil controlar las cosas si todos están comiendo la mismas comidas, escuchando las mismas canciones, leyendo los mismos libros, viendo los mismos programas de televisión, y hablando el mismo idioma. Esto es lo que llamamos Monoculto, y mientras se supone que todos están más y más conectados por ésta nueva “cultura global”, estamos más y más aislados de cada uno. Las cosas se sientes más y más vacías y muchos de nosotros terminamos solos y sin raíces, preguntándonos por que todo se siente tan equivocado.

Afuera en la naturaleza las cosas son muy diferentes
En los bosques viejos todo está conectado, desde el musgo y los líquenes hasta los helechos y las zarzamoras hasta los pájaros y los escarabajos. En nuestras mentes humanas separamos todas las partes del bosque en pedazos aislados cuando muchas de las veces puede ser más útil ver el bosque como un solo gran organismo con partes que trabajan juntas. Los arboles de un bosque entrelazan sus raíces y de hecho se comunican entre sí bajo la tierra.  Lo puedes ver de manera más visible alrededor de barrancas y arroyos donde un corte en la ladera revela un enredo asimétrico de raíces que nunca un científico podría imaginar o planear con todas sus leyes de física. Algo en ese enredo explica cómo es que estos árboles pueden inclinarse en todo tipo de ángulos desafiando la gravedad y colgar sus cuellos hacia los más fuertes vientos y aun así sobrevivir, doblándose pero no rompiéndose, adaptándose con impredecibles curvas y ángulos a la manera en que el mundo respira y brilla y llueve y quema. El concreto no puede hacer eso. Hay muchas lecciones a ser aprendidas de la manera en que la vida evoluciona y se fortalece en la naturaleza silvestre. Algo sobre la viva arquitectura del caos y el tiempo, los bosques de múltiples pisos, y el alga microscópica, sobrepasa cualquiera de las líneas rectas y cuadradas instituciones que nos enseñan a creer.

Creo que la gente no pertenece dentro de cuadriculas y cajas de desenraizados y solitarios monocultivos
Los humanos son creaturas adaptables, algunos de nosotros no podemos manejar el mundo moderno sin importar qué tantas drogas psiquiátricas tomemos o  por cuantos años de escuela o programas de modificación de conducta hayamos pasado.  Cualquier modelo realista de salud mental debe empezar por aceptar que no hay un modelo estándar para una mente, y que ninguno de nosotros somos unidades sueltas diseñadas para conveniencia y eficacia. No importa que tan alienado estés por el mundo a tu alrededor, no importa que tan fuera de lugar o deprimido o desconectado te sientas: no estás solo. Tu vida es apoyada por la vida de otros incontables seres, desde los microbios en tus pestañas, hasta los hombres que pavimentaron tu calle. El mundo es mucho más complicado y bello de lo que parece en la superficie.

Hay tantos de nosotros aquí afuera que sentimos el mundo con piel delgada y corazones pesados, que somos llamados locos por que estamos demasiado llenos de fuego y dolor, que sabemos que otros mundos existen y no estamos cómodos en ésta versión de la realidad
Hemos estado rompiendo y abriendo espacio para brotar por las banquetas y floreciendo todo tipo de inadaptadas flores desde que el hombre camina en esta tierra. Tantos de nosotros tenemos acceso a capas secretas de conciencia – podrías pensar en nosotros como raíces de diente de león que recogen minerales de capas ocultas de la tierra que otras plantas no alcanzan. Si tenemos suerte las compartimos con todos en la superficie – porque sentimos cosas de manera más fuerte que otros alrededor nuestro, muchos de nosotros tenemos visiones sobre como las cosas podrían ser diferentes, y es difícil mantenerlas en silencio. A veces somos llamados enfermos y a veces somos llamados sagrados, pero sin importar como nos llamen, somos una parte vital para hacer este planeta integral y completo.

Es hora de conectar nuestras raíces subterráneas y contar nuestras historias enterradas, crecer fuertes y regar nuestras visiones alrededor de los parches de tierra dañada y cicatrizada en una sociedad que esta tan desesperadamente en necesidad de un cambio.

El lenguaje es un buen lugar para comenzar. Las palabras pueden ser semillas poderosas. Las autoridades médicas nos ofrecen todo tipo de palabras para hablar sobre nosotros mismos y los problemas que tenemos, palabras como “depresión” y “psicosis”. A veces estas palabras nos ayudan a mirar hacia atrás en nuestras vidas y entender qué diablos estaba pasando, pero muy a menudo estas palabras terminan poniéndonos en tristes y separadas cajas donde sentimos que hay algo mal con nosotros y no podemos conectar con nadie más.

El lenguaje es poderoso. Puede abrir el mundo como el amanecer y puede bloquear el cielo como paredes de una prisión.

El lenguaje es magia. Atrás en los días previos a los medios masivos, la techno cultura, y la luz fluorescente – cuando se oscurecía en las noches y la gente se sentaba alrededor del fuego y contaba historias o se sentaba sola y escribía bajo luz de velas – había un respeto por la palabra hablada y la palabra escrita, por la historia, por los mitos que se pasaban de generación en generación y se adaptaban con el tiempo.

Conjuramos con nuestras palabras. Ahora estos conjuros están siendo lanzados alrededor nuestro constantemente: están en las vallas publicitarias cuyos mensajes van carcomiendo el camino hasta nuestras mentes; están en el resplandor hipnótico de la televisión haciéndonos olvidar nuestros sueños y reemplazándolos con infomerciales anunciando conveniencia y apocalipsis; están en los libros explicando un lado de la historia en las escuelas y en las ventanas emergentes que se apoderan de las pantallas de nuestras computadoras.

Tenemos el lenguaje de otras personas en nuestras cabezas y en nuestras lenguas. Palabras como “desorden” y “enfermedad” nos ofrecen un tipo de metáforas para entender la manera en la que se siente experimentar nuestras vidas a través de nuestras particularmente volátiles mentes y almas, pero es un punto de vista tan limitado. Las metáforas son muy poderosas. Pensamos en lenguaje, constantemente filtrando todas nuestras percepciones a través de las estructuras disponibles de palabras y metáforas en nuestro cerebro – en muchos sentidos las metáforas disponibles crean nuestra realidad.

Mirando alrededor estos días es muy claro que estamos experimentando una seria falta de imaginación. Es como que estamos bajo el hechizo del Monoculto- un hechizo de apatía y distracción del hecho de que las cosas podrían estar mucho mejor y bellas. El hechizo controla cómo articulamos nuestros sueños y entendemos nuestros cuerpos y mentes. Controla cómo nos sentimos sobre nosotros mismos y si conectamos o no con otras personas. Nos deja con extrañas palabras en nuestra boca y en nuestras lenguas y horribles y pegajosas melodías de comercial y estereotipos sobre nuestros vecinos implantados en nuestras mentes.

Si cambiamos las metáforas que le dan forma a nuestras mentes, podemos cambiar la realidad alrededor nuestro
Tenemos que empezar a hablar y a crear redes – encontrando suelos comunes y lenguajes comunes con las otras personas que nos rodean. Necesitamos reunirnos en grupos y encontrar el lenguaje para nuestras historias que nos dan sentido y nos dejan haciéndonos sentir bien con nosotros mismos. Desaprender el condicionamiento social sobre lo que significa estar “enfermo” y “sano”. Necesitamos reclamar nuestros sueños y buscar maneras de hacerlos suceder. Tenemos que compartir todo lo que hemos descubierto sobre cómo ser un ser humano. Debemos amarnos a nosotros mismos como somos – torcidos e intensos, poderosos y aterradores, rebeldes y propensos a revolvernos entre la tierra- y entender que las malas hierbas son simplemente plantas que se reúsan a ser domesticadas y expuestas. Necesitamos dibujar nuevos mapas de los universos que compartimos en común y encontrar formas de curarnos juntos. Necesitamos convocar todo lo que tenemos para crear redes sociales y duraderos sistemas de apoyo para nosotros mismos y para las personas que nos seguirán.

Espero que encuentres palabras para todas tus partes, incluso las escarpadas llenas de cicatrices, y espero que las puedas juntar con la comunidad a tu alrededor y descubras que en realidad no estás solo. Hay tantos de nosotros aquí afuera y estamos esperando que te nos unas con toda tu torcida belleza y locura.

 


Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis