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DATOS GENERALES Origen La MDA (3,4-metilendioxianfetamina), fue sintetizada por los químicos alemanes Mannish y Jacobson en 1910. Dos años después la compañía Merck la patentó como anorexígeno, aunque nunca llegó a comercializarla. En 1957 se describieron por primera vez sus efectos psicoactivos. Denominaciones En Estados Unidos fue llamada Mellow Drug of America (Dulce Droga de América), Love pill (píldora de amor), Hug-drug (droga del abrazo) o Amphetamine for lovers (anfetamina para amantes). En España se distribuye bajo los siguientes nombres: Dinosaurio, Trébol, Píldora del amor. Identificación En el mercado negro se comercializa en cápsulas y pastillas que pueden ser de cualquier forma, tamaño y color, y tener diferentes grabados. Composición
Formas de adulteración En el mercado negro se adultera con anfetaminas, metilfenidato, talco, Aspirina® molida, etc. Mecanismo de acción y formas de empleo Las píldoras de MDA se administran de manera oral acompañadas con líquidos. Esta droga empieza a actuar entre los 30 y 60 minutos después de la ingestión, alcanzando un máximo a los 90 minutos y presentando una duración de entre 8 y 12 horas. Al llegar al cerebro la MDA se fija en los receptores adrenérgicos estimulando el SNC, con ello aumenta el nivel de vigilia, provoca una sensación de bienestar físico e intensifica las percepciones sensoriales y emocionales. Usos terapéuticos Bajo el código SKF y el nombre comercial de Anfedoxamina® se probó como fármaco anorexígeno sin buenos resultados. Tuvo más éxito como agente para el tratamiento de la depresión neurótica, aunque sus aplicaciones se vieron frenadas con la prohibición. Dosificación Las dosis bajas se calculan entre los 30 y 90 mg; las medias entre los 100 y 150 mg; y las altas entre 160 y 200 mg. Dosis de 500 mg pueden resultar fatales. Efectos psicológicos y fisiológicos Ann y Alexander Shulgin presentan en PIHKAL las siguientes bitácoras de vuelo con MDA:
(Con 128 mg) “Cuarentaicinco minutos después de la segunda dosis, cuando me senté solo en un cuarto, sin fumar, y donde no había ninguna posible fuente de anillos de humo, observé en el ambiente abundantes anillos curvos de humo gris toda vez que me sentí relajado. Visualmente esto tenía una realidad completa y no parecía muy necesario probar sus propiedades porque ciertamente era conocido y totalmente seguro que la fuente del fenómeno visual no podía ser externa al cuerpo. Cuando concentré mi atención en los detalles de las grises formas curvas tratando de notar cómo serían afectadas si pasara un dedo por su campo aparente, se desvanecieron. Después, cuando volví a relajarme, los anillos de humo estaban allí. Estaba tan seguro de que estaban verdaderamente allí como estoy seguro ahora de que mi cabeza está sobre mi cuerpo.” (16) Asombrosamente Gordon Alles, descubridor de la amfetamina, reportó haber tenido prácticamente la misma experiencia visual. Inicialmente consumió 36 mg de MDA. Durante dos horas no experimentó ningún tipo de sensación y decidió administrarse una dosis adicional de 90 mg. A los 45 minutos de haber ingerido esta segunda dosis pudo observar anillos de humo llenando el aire y dirigiéndose lentamente hacia él: “No había ningún origen que explicase su presencia. Sin embargo, observaba con facilidad aros de humo curvados en el entorno si enfocaba mi capacidad de observación. Cuando me concentré en los detalles de las formas curvas y grises e intenté percatarme de como las afectaría mi dedo, éstas se desvanecieron. Entonces, al volver a relajarme, los anillos de humo retornaron. Cuando estuve muy relajado, el lugar de observación objetiva fue llevado fuera del cuerpo, en un lugar situado arriba y a la derecha, detrás de mí. Me sentí obligado a girar mi cabeza alguna veces y mirar a la esquina superior de la habitación, preguntándome qué parte de mí podría hallarse allí arriba. Observaba mi situación subjetiva y mi comportamiento como si me encontrase en ese punto.” (4) En el terreno físico todo lo que se sabe es que la MDA dilata las pupilas, provoca sudoración, disminuye el ritmo respiratorio y actúa como un inhibidor de la potencia orgásmica. Aún no se sabe nada respecto a sus posibles efectos a largo plazo. Potencial de dependencia Se desconoce. ¿QUÉ HACER EN CASO DE EMERGENCIA? Cualquier alteración debe considerarse como urgencia médica puesto que no hay literatura médica al respecto. La MDA está prohibida, pertenece a la Lista I. Buscando el suero de la verdad Una de las compulsivas metas de los cuerpos militares y de inteligencia después de la Segunda Guerra Mundial fue desarrollar agentes químicos que pudiesen servir como "sueros de la verdad" o drogas incapacitantes. Las agencias del gobierno estadounidense sobre todo, consideraron que el área de los psicodélicos podría ser un campo fructífero. La administración de drogas relativamente inexploradas a enemigos y sujetos desconocidos era una práctica común. En 1953 hubo un caso que vinculó la MDA con un paciente psiquiátrico llamado Howar Blauer que sirvió para encontrar la dosis letal. El ejército había contratado a varios médicos en el Instituto Estatal de Psiquiatría de Nueva York para explorar nuevos químicos provenientes del Arsenal de Edwood y uno de ellos, cuyo código químico era EA-1298, resultó ser la MDA. La última inyección fatal intravenosa que recibió Blauer fue de 500mg. (16) A partir de los años sesenta, la contracultura norteamericana empezó a descubrir la MDA, que al igual que otras drogas como la mezcalina no era difícil de obtener aún en grandes cantidades ya que estaban disponibles para investigaciones científicas en diferentes casas abastecedoras de productos químicos que las vendían baratas bajo sus nombres químicos. En 1970 esta píldora del amor fue incluida en la lista I de la Comprehensive Substance Act. Ya antes se habían hecho algunos estudios sobre el potencial terapéutico de la MDA. Existen varios reportes médicos y un libro (The Healing Journey de Claudio Naranjo), que describe su utilidad en psicoterapia. Todos los investigadores que la usaron manifestaron resultados favorables para intensificar la empatía y provocar la introspección, no obstante, su inclusión en la Lista I decretó su inutilidad terapéutica. (15) FUENTES DE CONSULTA ACERCA DE LAS DROGAS DE DISEÑO 1. Cabrera Forneiro José y Rafael Cabrera Bonet: "Consideraciones médico-legales y preventivas al uso de éxtasis en España", en L. San, et all: Alucinógenos, la experiencia psicodélica, Ediciones en Neurociencias, Barcelona, 1996. |